Esta frase atribuida a Oscar Wilde, escritor irlandés, describe muy acertadamente lo que puede suceder en la próxima consulta para delegado de Sierra de los Padres y La Peregrina.
Como todos sabemos, en un lugar donde se conocen prácticamente todos los habitantes, “hay que convivir” como nos decía una vecina; esto quiere decir que a pesar que uno no tenga afinidad con tal o cual persona, no puede darse el lujo de estar enfrentado abiertamente por diferencias de opinión o de criterio a la hora de hacer alguna cosa o de solo tener un estilo de vida. Los distintos candidatos estuvieron tratando de captar adhesiones para los avales necesarios para presentar las listas y para los candidatos a consejeros vecinales. Las mismas, en esta oportunidad, no pueden darse a más de un candidato, con lo que algunos vecinos se ven forzados a decir que sí a alguno y que no a otros que pueden ser conocidos y que en otras circunstancias o quizá si hubieran llegado antes, o por no poder decir que no, hubieran apoyado. No están exentos los comentarios de vecinos que fueron compelidos a firmar tal o cual lista de avales con alguna promesa o forzados por el temor a que pasara algo no deseado. Para decidir también está la promoción que puedan hacer los candidatos a lo largo de la campaña difundiendo las ideas que tienen para administrar la delegación. Pero los antecedentes y también la impresión en el contacto personal, que da la intuición de si dicen la verdad o mienten y que aquí se puede dar, pesan y mucho a la hora de decidir. El cuarto oscuro, parafraseando a Wilde, es la mejor máscara que se le puede brindar al vecino para que diga la verdad. Hacemos votos para que todos los ciudadanos puedan utilizarla y que el 19 de abril se de el mejor resultado para todos.
